¿Pensando viajar? ¿Te vas de vacaciones con la familia? Antes de pisar el acelerador, revisa tu coche hasta asegurarte de que se encuentra en óptimas condiciones para un viaje largo.
Un viaje suena y huele a playa, naturaleza, momentos inolvidables, buena gastronomía y aventuras. No dejes que una avería mecánica te lo arruine.
Revisa los fluidos, las mangueras, los frenos, la gasolina, la batería, los neumáticos, y más.
La preparación, como todo en la vida, previene eventos desafortunados. Te enseñamos qué revisar a tu auto antes de un viaje largo para prevenir inconvenientes de último momento.
¿Qué revisar a tu auto antes de un viaje largo?
Índice de contenido
Batería
Las baterías de los automóviles tienen una vida útil de 2 a 3 años, aproximadamente. Es fácil olvidarse de eso. Si estás planeando viajar a un destino apartado, lo más inteligente es comprobar el estado de la batería. Debe estar totalmente cargada y lejos del umbral de los tres años.
Si el arranque del automóvil es lento, significa que la batería está en su ocaso. Y si se apaga, aunque esté cargada, es que no está asimilando bien la energía.
Otro aspecto a cuidar de la batería es que esté limpia. La corrosión afecta su funcionamiento. Busca signos de corrosión. El ácido corrosivo que se introduce por los conductores hace que la batería a que se apague a la fuerza, cosa que vendría muy, pero que muy, mal para nuestro viaje largo.
Frenos
Muchos conductores no revisan los frenos de los automóviles. Los frenos son importantes, porque si están mal, ponemos en riesgo nuestra seguridad y la de nuestra familia.
Las señales de que tus frenos están fallando son las siguientes: los pedales se estremecen, hacen un chirrido cuando presionamos –significa que se están desgastando o hace falta aceite– o se siente esponjoso cuando apretamos los pedales.
No te consumirá demasiado tiempo comprobar los frenos de tu coche. Te aseguras que viajarás tranquilo sin poner en riesgo la integridad de los pasajeros.
Sensor de transmisión automática
El sensor de transmisión automática se encarga de medir la velocidad de la rotación de la transmisión y traspasar esa información al motor para que determine las marchas de revolución.
Un sensor de transmisión defectuoso perjudicará los sistemas de control y transmisión de tu motor. Tu coche no funcionará eficientemente.
Verifica que esté en buenas condiciones. Te darás cuenta de que está defectuoso cuando cambia de marcha sin que se lo ordenes, o solo permanece en una marcha. También si se estremece o sacude cuando estacionas.
Neumáticos
Los neumáticos antiguos son los que más sufren durante un viaje largo. El desgaste les pasará factura. Cambiar los neumáticos es la mejor idea para minimizar consumo de combustible y maximizar tu seguridad.
Para comprobar el estado de los neumáticos solamente hace falta una inspección visual. Te tomará pocos minutos que las llantas estén infladas, alineadas al frontal y sin nada atascado.
Dirección hidráulica
Si el volante del coche no responde, no regresa a su posición original o se va más hacia un sentido que al otro, significa que las refracciones de dirección hidráulica están defectuosos y es momento de cambiarlos para corregir el problema.
La dirección hidráulica es un sistema que se encarga de distribuir un líquido refrigerante hacia los engrases para mover el volante sin inconvenientes. Facilita la maniobra en conducción, sin resistencia o aplicar fuerzas innecesarias.
Verifica el estado de los engranajes y si está distribuyendo el líquido correctamente.
Sistema de cableado
El tema con los cables es que nos conformamos con revisar lo que están en la superficie y no el resto, que son los que afectan el funcionamiento de tu vehículo. Una inspección visual antes de un viaje largo detectará cables deshilachados o desgastados.
No te olvides de las mangueras. En caso de goteras, actúa rápido, puesto que mermará los componentes mecánicos, la dirección asistida y el enfriamiento del sistema.