Fiat 500 GLP: Prueba a fondo

Hoy hablamos del Fiat 500 GLP. Conocido popularmente como topolino fue presentado en 1936, han pasado mas de 80 años desde aquella primera versión. En los años 50 una renovación del modelo llamada «Nuevo 500» revolucionó Italia convirtiendose en un superventas durante casi 20 años, y luego llegarían el Fiat Cincuecento y el Fiat 500 tal y como lo conocemos hoy con sus diferentes e incluso exclusivas versiones, que resucitaba en 2007 convirtiéndose de nuevo en un utilitario exitoso, urbano, económico, bonito y flexible.

Hemos tenido la oportunidad de probar a fondo el Fiat 500 1.2 en su versión GLP durante varios miles de kilómetros. Analizamos cada uno de los detalles de este vehículo para ver si merece o no la pena frente a sus competidores. También frente a otras variantes de motor del mismo vehículo.

Fiat 500 GLP exterior
Fiat 500 GLP exterior

Potencia del Fiat 500 GLP: Suficiente, pero no convincente

El Fiat 500 GLP tiene el archiconocido motor 1.2 del fabricante que entrega 69cv. El pequeño Fiat 500 pesa 940kg de peso, por lo que el conjunto parece equilibrado. Así resulta en el entorno urbano y en pequeñas travesías por carreteras reviradas. Su pequeño motor empuja con fuerza el ligero coche en las primeras marchas y es una delicia como responde dentro de ciudad. El nivel de rumorosidad es muy bajo y un tacto de embrague y acelerador exquisito. El embrague lleva asociado un sistema electrónico de anticalado que ejecuta un toque de gas automático en las salidas. Resulta muy sencillo moverse con el por la ciudad.

Fuera de ciudad la cosa cambia. No es que no permita coger velocidades suficientes en autovia/autopista, si no cómo lo hace y cuan ágil se desenvuelve en las mismas. El Fiat 500 GLP permite viajar sin ningun problema a 120km/h e incluso bastante mas con buen nivel de confort. Sin embargo, es fuertemente penalizado en subidas, adelantamientos e incorporaciones. Además, el consumo aumenta notablemente a esas velocidades.

El motor estira correctamente hasta las 4500/4700rpm. Llegaríamos al límite electrónico un poco encima de las 6000 vueltas, pero el rendimiento del motor cae en picado por encima de las 5000rpm. Esto no nos deja un margen muy alto de utilización de cada marcha a nivel de conducción deportiva. Aun así, es suficiente en adelantamientos de no mucha velocidad y conducción en carreteras reviradas.

Comportamiento: Un chasis excelente, superior al motor

La primera vez que tuve oportunidad de conducir un Fiat 500 lo hice recorriendo parte de Italia por carreteras secundarias. En aquel momento tuve la sensación de que este coche estaba diseñado específicamente para eso. El Fiat 500 GLP es un coche pequeño con una dirección muy directa. Es capaz de moverse entre curvas con una velocidad y precisión sorprendentes en su segmento. Incluso llevado al límite, el coche no tiende al subviraje y se comparta muy neutro en apoyos.

Efectivamente, no hablamos de un coche deportivo. Pero tiene un toque de adicción a las curvas. Esto es posible por un tarado firme de suspensiones y una posición de conducción que deja muy cerca del volante la palanca de cambios. Hacen un placer una travesía a buen ritmo por zonas reviradas.

Los frenos cumplen sin mas, hablamos de un vehículo de peso inferior a 1000kg que no necesita una potencia de frenado muy grande. En conjunto el juego de frenos es justito para un uso moderado. Una frenada de emergencias se realizará sin problemas, pero una sucesión de frenadas fuertes en conducción deportiva nos dejaría tirados bastante rápido.

La unidad que hemos probado montaba llantas de 16 pulgadas con perfil bajo de neumático. El coche mostraba un agarre estupendo en todo momento. Incluso forzándolo un poco en lluvia ha respondido siempre bien con pequeña tendencia al subviraje.

Acabados: Un interior de bonito diseño, ausencia total de lujos

El incluir elementos del color de la carrocería en el interior del vehículo es una seña de identidad del Fiat 500. Un interior muy bonito, completado con un cuadro de esfera única y un volante bien de cuero bien acabado. Pero ahí acaba todo. Hablamos de un vehículo que en sus versiones mas básicas cuesta menos de 13.000€. Hace mucho uso de plástico rígido en el interior, asientos cómodos, pero de tapizado y diseño muy clásico. Reposacabezas sin tapizado y ausencia general de espacios de almacenamiento salvo la guantera.

Resulta un acierto excelente la posición del conductor respecto a lo cercano que se sienten todos los mandos del volante. Así ocurre con la palanca de cambios, a una altura superior a la habitual, como las botoneras del climatizador o radio. Curiosamente la consola central del cambio, sin embargo, al menos en los primeros cientos de km y según la altura del conducto puede chocar con la rodilla en posición normal. Esto obliga con el paso de los km a adoptar un pequeño cambio en la posición de la pierna derecha, o llevar las piernas algo mas extendidas ajustando la posición del asiento del conductor.

Respecto al espacio delantero y trasero, podríamos decir que sin problemas en general, el coche es suficientemente espacioso en las plazas traseras y generoso en las delanteras. Hablamos de un vehículo, eso si, de cuatro plazas homologadas y 3 puertas, el techo de cristal (no practicable) le aporta un extra en sensaciones de amplitud, aunque habrá que tener en cuenta que no es posible dejarlo opaco, solo cerrar una cortinilla de rejilla que deja pasar algo de luz y calor en caso de apartamiento al sol. En marcha y con el climatizador conectado no supone ningún problema.

Fiat 500 GLP interior
Fiat 500 GLP interior

GLP: ¿Cómo es la experiencia?

Hablemos de uno de los puntos fuertes de este coche, y el que quizá mas diferencia de sus competidores al modelo de nuestra prueba, la posibilidad de usar GLP como combustible. El coche es capaz de funcionar con gasolina o con GLP, tanto de manera automática como por elección del conductor. Mediante un interruptor podemos escoger hacer uso del deposito de gas o del de gasolina en exclusiva, eso sí, el coche siempre arrancará usando gasolina por lo que debemos preveer que siempre tenga suficiente. El paso a gas se realiza de forma automáticamente aprox. un par de minutos después de arrancar el coche, cuando ha alcanzado una temperatura suficiente para el uso del gas licuado.

Cuando el coche cambia a gas no se nota nada en la conducción, ni tirones ni efectos extraños, si estamos muy atentos oiremos un lejano «click» del cambio de combustible, y un indicador en la parte baja del salpicadero nos mostrará el cambio de deposito, y en consecuencia de combustible.

Potencia rodando con GLP

¿Se pierde potencia rodando con GLP? La respuesta es si, sutil, pero ahí está, calculamos que en torno al 5/7%, no supone un problema en el día a día pero lo notarás en algún adelantamiento y subida y sobretodo en conjunto con el climatizador encendido. En orden de marcha no notaremos practicamente diferencias en la conducción, el coche sigue marchando suave y no aumenta en vibraciones ni sonido interior, sin embargo en el exterior, o con las ventanillas bajadas notaremos un «radical» cambio de sonido del motor a peor. Al uso con gasolina el motor es poco rumoroso y fino, pero con GLP suena a diesel no demasiado moderno. Esto es normal y como decimos no tiene ningún efecto al uso ni en la comodidad en el interior de vehículo, pero es una nota curiosa.

En cuanto al repostaje, se realiza a través de una toma auxiliar para gas junto a la principal de gasolina, es necesario enrroscar una boquilla cada vez que repostemos, aunque es una tarea que lleva apenas segundos. Encontrar gasolineras con GLP no es un problema en la mayoría de las ciudades españolas, la red Repsol tiene surtidores en la mayoría de sus gasolineras y otras compañías como GALP o SHELL también lo ofrecen.

El uso de GLP dota a este pequeño de una calificación ECO, lo que permite disfrutar de un ahorro del 50% en muchas ciudades en las tarifas de aparcamiento en zonas controladas.

GLP: Consumos ¿de verdad se nota el ahorro?

Existe un ahorro, pero no basado en el consumo, si no en el precio del combustible. Hay que tener en cuenta algunas consideraciones, en primer lugar es que el consumo con GLP aumenta, aunque el combustible es mucho mas barato (aprox. el 50%). Realicemos algunos cálculos:

El consumo mixto oficial del coche es 5,1 litros/100km y ya podemos adelantaros que no se cumplen salvo que sigamos los indicadores ECO de la pantalla a rajatabla, por lo que lo incrementaremos en 1 litro cada 100km (6,1l/100km), el consumo con GLP es aprox. un 15% mas, por lo que lo situaremos en 7l/100km.

Realizar 1000km usando gasolina 95 a un precio de 1,20 centimos /litro nos costaría: 73,02€
Realizar 1000km usando GLP a un precio de 63 centimos /litro nos costaría: 44,73€

El ahorro es muy significativo, aprox. del 40%, pero ¿que pasa si lo comparamos con el equivalente diesel del Fiat 500, el 1.3 Multijet de 95cv?

El consumo mixto oficial del motor 1.3 multijet es de 3.4litros/100km y le aplicaremos el mismo incremento de 1 litro.

Realizar 1000km usando diesel a un precio de 1,05 centimos /litro nos costaría: 46,02€

Conclusiones del Fiat 500 GLP

Cómo vemos respecto al diesel nos movemos en cifras muy similares, teniendo en cuenta ademas que el motor diesel es algo mas potencia, pero también el precio del coche en general se encarece en varios miles de euros, lo cual nos lleva a pensar que probablemente no amortizariamos nunca la diferencia y seguiría siendo mas rentable a día de hoy el modelo GLP.

Fiat 500 GLP trasera
Fiat 500 GLP trasera