Porsche 919 Hybrid Evo, leyenda desde su nacimiento
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Porsche vuelve a escribir una hoja gloriosa en la historia del automovilismo después del hito alcanzado con el Porsche 919 Hybrid Evo batiendo un record que contaba con una vigencia de 35 años.
Los hechos se dieron durante el pasado 2 de julio en el circuito de Nurburgring en donde este prototipo de Porsche, el 919 Hybrid Evo, pilotado por Timo Bernhard ha conseguido superar la marca que tenía hasta entonces Stefan Bellof en casi un minuto, lo que supone una barbaridad de tiempo cuando estamos hablando de automóviles, por lo que supone un hito que se puede calificar como histórico dentro del mundo del motor.
Para conseguir esta hazaña, timo Bernhard en el circuito de Nurburgring parando el crono en 5:19:546, una marca realmente espectacular y que contrasta con el antiguo record que tenía Stefan que era de 6:11.13.
Como se llevó a cabo la proeza
Para conseguir dicha proeza, establecieron como piedra angular del proyecto a un coche que ya conocían de las 24 horas de Le Mans, un coche que ya fue ganador recientemente en 2017 y del que ya había buenos registros. Este Hybrid, basa su tecnología en dicho coche pero ha ido un paso más allá, ya que para poder exprimir toda la potencia necesaria y llevar a cabo este tiempo histórico, se ha desprendido de todas las limitaciones que la normativa de la competición impone a los vehículos que participan.
En base a esto y llevando a cabo unos pequeños cambios, permitieron a este Porsche volar sobre la pista. Sin tener en cuenta las limitaciones y dejando total libertad para aumentar la potencia del coche, los ingenieros de la marca alemana disfrutaron diseñando a uno de los coches más potentes de la historia. Para ello, lograron aumentar la potencia del vehículo hasta los 1.160 caballos, redujeron el peso hasta los 849 kilos y llevaron a cabo modificaciones que elevaron la carga aerodinámica en más de un 53%. Todas las limitaciones que no le dejaban volar en los campeonatos, estaban completamente olvidadas.
Libres de todas estas limitaciones, el motor también sufrió una mejoría considerable. Cuando durante el pasado mundial de resistencia de 2017 en donde participaba el vehículo, montaba un motor de 2.0 litros V4 turbo, limitado a 500 caballos de potencia. Los ingenieros de Porsche han conseguido llegar ahora hasta los 720 caballos, gracias en parte a la nueva gestión en cuanto a la electrónica del vehículo. Su carácter híbrido se deja notar en el motor eléctrico que imprime la fuerza al eje delantero, ya que el motor anterior se encarga de suministrarla al eje trasero.
Increíble potencia híbrida
De hecho, este motor eléctrico que anteriormente llevaba a 400 caballos de potencia, se aumentó hasta los 440cv. Permite que consiga el empuje necesario para tener una mayor potencia. Este propulsor, es alimentado por una pequeña batería de ión-litio, que cuenta con refrigeración líquida y que se sustenta de la energía que se recupera dentro de los dos sistemas integrados de propulsión.
Sin embargo no solo los aspectos técnicos del vehículo fueron mejorados. Para conseguir toda esta potencia y que resulte mucho más efectivo en la pista, se ha mejorado la aerodinámica del mismo. Para ello, se equipó un difusor trasero y alerón bastante más grandes, en donde ambos actúan de forma hidráulica, controlándose de forma electrónica. Estamos hablando de un nuevo concepto de aerodinámica activa, lo cual resulta mucho más efectiva, hasta un 66%.
Récord histórico para la marca Porsche
Además de conseguir unos tiempos espectaculares, las velocidades que alcanzó fueron realmente vertiginosas. Se consiguió una velocidad media de 233,8 kilómetros por hora con una velocidad punta de 369,4 kilómetros por hora. Nurburgring es uno de los circuitos más complicados con el trazado que presenta. Llevar a cabo esta proeza en un circuito de este estilo, es realmente un éxito absoluto.
Sin embargo pese a que será el coche quien ha escrito su nombre en la historia del mundo del motor. La proeza no podría haberse llevado a cabo si no se hubiera contado con la experiencia del piloto Timo Bernhard. El fue el afortunado que se puso al mando del Porsche 919 Hybrid Evo y que pulverizó el récord.